sábado, 2 de abril de 2011

Primeras Damas


Robert von Ranke Graves, escritor británico nacido en 1895 y autor de la famosa obra Yo Claudio, pone en boca de su personaje una frase referida a Livia Drusa Augusta, segunda esposa del emperador Augusto, quien vivió en Roma entre el 57 a. C. y el 29 d.C., "Augusto gobernaba al mundo y Livia gobernaba a Augusto", dando cuenta del poder que tendría en los asuntos públicos y privados la que se considera la precursora de las llamadas primeras damas. Ella, según narra la historia, tuvo una gran influencia en su marido, que fue creciendo con el paso del tiempo. El poder que detentaba Livia, poder que le posibilitaba el control de los asuntos del emperador en lo privado y en lo público, provocó que fuera odiada por muchos, quienes la llegaron a calificar como la "madrastra de la casa de los Césares", .

De este lado del mundo, se dice que lo de Primera Dama nació en los Estados Unidos y fue utilizado por primera vez en 1877 para denominar a Lucy Webb, esposa del presidente Rutherford Hayes. La periodista Mary C. Ames la llamaría "la Primera Dama de la Tierra", y desde ahí la denominación se fue extendiendo por toda nuestra América para llamar a la esposa del quien fuera elegido presidente de la república.

Las Primeras Damas, desde el momento de ser elegidos sus esposos verán trastocadas sus vidas y deberán ubicarse en donde la tradición y las buenas costumbres las colocan. "Que aprenda a cogerle el gusto al asiento de atrás", le dijo Cherie Blair, esposa de Tony Blair, a Michelle Obama. En general, se espera de las Primeras Damas que se mantengan elegantemente invisibles detrás de "los grandes hombres", que se dediquen a promover programas sociales, asistenciales, que presten atención a los niños, a los ancianos, a la nutrición, y que además demuestren un comportamiento que no rompa con los estereotipos de género. En general se espera que sean buenas y abnegadas madres del país o que por lo menos simulen serlo.

En el Perú, María Delgado, esposa del presidente Manuel A. Odría, fue una de las primeras en responder a la imagen de lo esperado para la esposa del presidente. Emulando a Eva Perón, con quien tenía una buena amistad, desarrolló a lo largo y ancho del país un extenso trabajo social dirigido a quienes más lo necesitaban. Creó en 1951 la Central de Asistencia Social para atender a las mujeres y los niños, lo que le sirvió a su esposo como plataforma política, legitimándolo y a ella para que intente la alcaldía de Lima, siendo la primera mujer que postuló a este cargo en el país, aunque no le alcanzó para ser elegida frente a la experiencia política de Luis Bedoya Reyes.

Otra Primera Dama que dedicó mucho esfuerzo a las labores asistenciales fue Violeta Correa, segunda esposa del presidente Belaúnde, quien desarrolló una serie de acciones con mujeres populares, siendo la creadora las llamadas cocinas populares. La esposa del presidente García, Pilar Nores, desde su primer gobierno, ha cumplido también el rol, enfocándose en obras que atendieran especialmente a las mujeres y niñez más pobre. En esta perspectiva creó, en el primer gobierno de su esposo, la Fundación por los Niños del Perú, institución que sería luego asumida por la señora Susana Higuchi, esposa del presidente Fujimori, y que sería para ella el punto de quiebre en la relación con su familia política y el inicio de la hecatombe en que se transformó su vida, al descubrir los robos y la corrupción de parte de su familia política, a la que sorprendió vendiendo la ropa donada a la fundación.

Cual moderna Livia, y tal como ella, que fue abandonada y alejada de la vida pública por su hijo Tiberio, Susana fue sometida a torturas en Palacio sin que ninguno de sus hijos o hijas la defendiera. Rompió ella con el silencio estipulado para la acompañante del presidente, quiso salir de atrás con su propia voz y pagó un precio muy alto. La expulsión de Susana Higuchi de la esfera pública y su confinamiento colocó en la palestra a su hija Keyko Fujimori, que con 19 años empezó a dirigir la Fundación por los Niños del Perú, cumpliendo el rol de Primera Dama. Aunque no se conoce mucho cuáles fueron los beneficios y el tiempo dedicado a este esfuerzo, pues se encontraba en plenos estudios universitarios fuera del país, la actual candidata a la presidencia coloca como parte de su trayectoria este hecho, que le daría, según señala, las condiciones para hacer un gobierno democrático (1). Su madre, por su parte, aún no es reivindicada por su familia, a diferencia de Livia, a quien su nieto Claudio Druso otorgó en el 41 d.C los honores extraordinarios negados por el Senado.

"Puedo revisar eso, hacer un esfuerzo por moderarme lingüísticamente. Yo no pienso en un solo idioma sino en varios al mismo tiempo, y a veces es difícil manejar eso. Digamos que podría intentar ser más suave," dice Eliane Karp, esposa del ex presidente Alejandro Toledo y hoy candidato a la presidencia de la República, en reciente entrevista con el diario La República. (2) Ella mantiene un prudente alejamiento en la actual campaña electoral luego de que fuera como Primera Dama acusada de ambiciosa, de usar la causa indígena para fines personales, de insultar y hacer referencias sobre determinados grupos sociales sin pelos en la lengua en un en un castellano con dejo extranjero. "Pitucos de Miraflores," dijo un día, provocando el escándalo y la animadversión de quienes se sintieron aludidos.

A diferencia de Eliane Karp, Pilar Nores ha estado más cercana a la imagen tradicional de lo que se espera de una Primera Dama. Ha continuado con las labores sociales, desde el Instituto Trabajo y Familia, cuya principal iniciativa es el Programa Sembrando. Esta institución privada, aunque fue fundada en el 2002, empezó a tener una mayor actividad a partir de la elección de su esposo, lo cual ha despertado sospechas de favoritismo para acceder a fuentes de la cooperación internacional.

No ha sido, como vemos, sólo la acompañante del presidente, si bien así es como se la ha visto, aunque no en los últimos tiempos en que ya ha casi desaparecido de la esfera pública. Ella, presentada como mujer abnegada y digna al haber mantenido el silencio esperado de la buena esposa frente a la infidelidad de su esposo y al nacimiento de su hijo, despertó la solidaridad de muchas mujeres y hombres peruanos, avalando la idea de que mientras la Primera Dama se limite a lo que se espera de ella, mantenga un "digno silencio", escondiendo su rabia o dolor, será más valorada por la población.

En estas elecciones, ha empezado a hablarse recientemente de las Primeras Damas, casi defendiendo su existencia, invocando incluso la nacionalidad de ellas como garantía de buen acompañamiento para el gobernante, como en el caso de Nadine Heredia, esposa del candidato Ollanta Humala, quien, a diferencia de las otras esposas, sería "100% peruana", según señalan el candidato y sus seguidores, como si sólo el hecho de haber nacido en el país, y no el compromiso, el trabajo y el amor por el mismo, además de la nacionalización, no contaran para nada. Del esposo norteamericano de la candidata Keyko Fujimori apenas se habla, pues sabemos que el hecho de ser hombre no lo coloca en la posición de "Primer Damo".

Ninguna de las esposas ha cuestionado el rol que se le asigna a la esposa de los mandados para gobernar, es más, ya empiezan a hablar de lo que pretenden hacer si sus consortes salen elegidos. "Seré una servidora de la familia peruana," dice Nadine Heredia (3), cuyas posibilidades de entrar en Palacio van en aumento. "Mi meta es esa: igualdad de todos, con todos los beneficios," acota Eliane Karp, quien también tiene posibilidades de volver a Palacio.

En las últimas elecciones en Ecuador, al ser elegido el presidente Correa, declaró nulo el cargo de Primera Dama, y de hecho su esposa no tiene ninguna intervención en asuntos públicos. En el Perú, aunque el despacho de la Primera Dama de Palacio fue disuelto, es evidente que las Primeras Damas siguen teniendo un rol importante en los asuntos públicos y, por las declaraciones que han hecho las esposas de los candidatos con mayor opción, se espera seguir manteniéndolo. ¿Deberían ellas tener tanto espacio e influencia en la esfera pública, por el único hecho de ser la compañera de quien es elegido por el pueblo?

¿Debería mantenerse esta figura que heredamos hace siglos? son preguntas que nos queda al final de este breve recorrido?


Por Rosa Montalvo Reinoso

Noticias Ser Perú

La Ciudad de las Diosas
Notas:

(1) "Keiko tiene la palabra", Trome, 20 de marzo del 2011. http://trome.pe/elecciones-2011/730338/noticia-keiko-tiene-palabra

(2) Enrique Patriau, "Un gobierno democrático no ignora a los indígenas", Domingo, suplemento dominical de La República, 27 de marzo del 2011.http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/un-gobierno-democratico-no-ign...

(3) "Seré una servidora de la familia", La Primera, 27 de marzo del 2011.http://www.diariolaprimeraperu.com/online/entrevista/sere-una-servidora-..

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