jueves, 12 de mayo de 2011

Sexualidad y medios: Superar las barreras a la diversidad

Estereotipos sobre la sexualidad se reproducen de manera asidua en los medios cubanos, al tiempo que se soslaya la experiencia de sujetos no heterosexuales y sigue faltando profundidad en los estudios de recepción.

Así trascendió durante el debate "La sexualidad que miran nuestros medios", el pasado 29 de abril, convocado por la Sociedad Cubana Multidisplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes), en la capital cubana.

Profesionales de la comunicación, la psicología y la medicina enfatizaron en los roles estratégicos que ocupan los medios en materia de educación sexual y ciudadana, especialmente influyentes en el contexto cubano, donde recientemente ha crecido la preocupación por estos asuntos.

"Los medios resultan un ámbito estratégico para la representación de la sexualidad, y no me refiero solamente a los temas explícitos o a los programas de orientación o educación sexual, sino a la representaciones de lo femenino y lo masculino", declaró la periodista Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

La investigadora señaló que la sexualidad ha sido y es un tema incómodo para el poder mediático hegemónico y, aunque no deja de estar presente, constituye expresión de "los demonios, de los prejuicios, de los estereotipos que en cada sociedad y contexto histórico particular han rodeado la concepción sobre los cuerpos y los juicios de valor sobre lo considerado femenino y masculino, en realidades androcéntricas, falocéntricas, patriarcales y heteronormativas".

En este sentido, las producciones nacionales son aún insuficientes, esquemáticas y poco atrayentes, sobre todo los audiovisuales. "El debate, muchas veces, se detiene en temas que deben ser o no pertinentes, en cuán explícita debe ser o no la representación de esa sexualidad, cuántos milímetros de piel se deben o no exhibir, si el desnudo debe ser frontal o de espaldas, si debemos mostrar o no el beso entre dos hombres que se aman", opinó Moya.

Con ello se socava la posibilidad de profundizar en los conflictos, como sucede al representar la homosexualidad. Para el médico Alberto Roque, presidente de la sección Diversidad de Socumes, si bien en los últimos años se aprecia una incipiente apertura en los modos de abordar este tema en los programas televisivos, en la mayoría de estos se victimiza a la persona homosexual.

"En las telenovelas nacionales, el discurso sobre la homosexualidad discurre de manera implícita y eufemística, y cuando se transmiten materiales extranjeros, que abordan sin ambages estas relaciones, las escenas eróticas son mutiladas", aseveró el colaborador del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

A criterio de Manuel Calviño, psicólogo y profesor universitario, sucede que los medios siguen mirando la homosexualidad desde el discurso heterosexual. "Las personas que hacen y escriben los programas y las telenovelas también están bañadas con sus prejuicios y puntos de vista", recalcó.

Por su parte, el comunicador Raúl Fulleirat advirtió que no basta con la valentía de tratar el tema, si no se tienen claros los objetivos, pues hay que trascender el sensacionalismo y buscar intenciones educativas y dignificantes.

"Se requiere de un cuestionamiento al poder patriarcal con su carga de violencia, exclusión, homofobia y misoginia", expresó Roque. "No creo que tengamos que ser representados los que tenemos una orientación sexual distinta a la heteronormativa, creo que hay que señalar la homofobia, que es el problema".

La psicóloga Beatriz Torres, presidenta de Socumes, mostró su preocupación por el peligro de saturar a los públicos con mensajes que, lejos de provocar una conducta favorable, pudieran producir rechazo hacia determinado comportamiento u orientación sexual.

En otro orden, al reducir el tratamiento de la sexualidad a la genitalidad y las relaciones sexo eróticas, muchas veces estamos imponiendo un modelo construido que lleva a la insatisfacción, apuntó la sicóloga, con amplia experiencia en la consulta clínica.

Formar profesionales de los medios con herramientas metodológicas y teóricas sobre sexualidad es una necesidad avistada por panelistas y público. Asimismo, se requiere investigar con seriedad y amplitud las cualidades, consumo e impacto de las representaciones mediáticas de la sexualidad, añadieron.

Conminada junto a los demás panelistas a pensar el ideal de los medios cubanos en una década, la psicóloga Patricia Arés, presidenta de la Sociedad de Psicólogos de Cuba, pidió propiciar una educación sexual adecuada por edades, para "que cada persona tenga acceso a información, no solo basada en la genitalidad sino en el amor, que quiere decir intimidad, responsabilidad, compromiso con el otro y con los seres humanos".

Moya apostó por la transversalidad, tal como antes había acentuado: "Debemos empezar por el principio: por reconocer la multiplicidad o no de seres humanos, identidades, la propia aptitud del término sexualidad, y la necesidad de que esa multiplicidad sea narrada a través de los medios, legitimadores de los imaginarios en nuestros días".

Fuente: Semlac

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