Llevamos más de dos años escuchando a la cúpula dirigente del PP pedirla al Presidente del Gobierno que elimine el Ministerio de Igualdad como medida de contención del gasto público y ya estoy muy harta de escuchar este argumento.
Es cierto que vivimos tiempos muy difíciles a todos los niveles sobre todo quienes dependemos de una nómina o de una pensión. Pero tampoco es menos cierto que las medidas de contención del gasto podrían comenzar por las propias filas del PP y de allá donde gobiernan y olvidarse de la eliminación del Ministerio de Igualdad que pregonan que quitarán cuando gobiernen. Y me explico. Tienen comunidades, como la valenciana, en donde los recortes no se hacen de grandes eventos como la Fórmula I, sino que se detraen de gastos sociales, como por ejemplo dejando en manos de empresas privadas la gestión de programas destinados a personas menores, mujeres que han sido víctimas de la violencia machista, residencias para personas mayores, gestiones con personas inmigrantes etc… y a nadie de sus filas parece importarles nada. Y todo ello sin hablar del famoso caso Gurtel.
Las medidas de contención del gasto público pasan por una mejor gestión de los recursos propios que impidan, entre otras cosas que empresarios sin escrúpulos y, en demasiadas ocasiones afines ideológicamente al partido gobernante se lucre con dineros públicos y que para conseguir esos contratos públicos haga regalos a los gestores de esos mismos dineros públicos.
En la Comunidad Valenciana llevamos demasiados años con unas políticas sociales en regresión mientras vemos que se crean áreas para gestionar grandes eventos.
Las casas de acogidas de mujeres víctimas de violencia machista, han sido cuestionadas. Algunas residencias de menores, también lo han sido por causas variadas. Los puntos de encuentros familiares, están en manos de una fundación afín al partido que gobierna y aplica los criterios ideológicos que no técnicos a los problemas que se plantean.
Todo ello sin entrar con las políticas que se han elaborado para evitar que las mujeres ejerzan su derecho a ser madres o no.
Y es que al parecer todo lo que tenga que ver con el mundo de los social y, concretamente con políticas que igualdad al partido popular le provoca alergias o escozores y por eso quieren que desaparezca el Ministerio de Igualdad.
Está claro que no son nada buenos los tiempos que corren, pero no es menos cierto que las políticas de igualdad entre mujeres y hombres son necesarias y que potencian que la mitad de la población que somos las mujeres aportemos nuestro esfuerzo y nuestra creatividad para superar estos tiempos difíciles. Pero para ello se necesitan diseños de acciones positivas que permitan que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres sea una realidad y no sólo una utopía.
Es cierto que vivimos tiempos muy difíciles a todos los niveles sobre todo quienes dependemos de una nómina o de una pensión. Pero tampoco es menos cierto que las medidas de contención del gasto podrían comenzar por las propias filas del PP y de allá donde gobiernan y olvidarse de la eliminación del Ministerio de Igualdad que pregonan que quitarán cuando gobiernen. Y me explico. Tienen comunidades, como la valenciana, en donde los recortes no se hacen de grandes eventos como la Fórmula I, sino que se detraen de gastos sociales, como por ejemplo dejando en manos de empresas privadas la gestión de programas destinados a personas menores, mujeres que han sido víctimas de la violencia machista, residencias para personas mayores, gestiones con personas inmigrantes etc… y a nadie de sus filas parece importarles nada. Y todo ello sin hablar del famoso caso Gurtel.
Las medidas de contención del gasto público pasan por una mejor gestión de los recursos propios que impidan, entre otras cosas que empresarios sin escrúpulos y, en demasiadas ocasiones afines ideológicamente al partido gobernante se lucre con dineros públicos y que para conseguir esos contratos públicos haga regalos a los gestores de esos mismos dineros públicos.
En la Comunidad Valenciana llevamos demasiados años con unas políticas sociales en regresión mientras vemos que se crean áreas para gestionar grandes eventos.
Las casas de acogidas de mujeres víctimas de violencia machista, han sido cuestionadas. Algunas residencias de menores, también lo han sido por causas variadas. Los puntos de encuentros familiares, están en manos de una fundación afín al partido que gobierna y aplica los criterios ideológicos que no técnicos a los problemas que se plantean.
Todo ello sin entrar con las políticas que se han elaborado para evitar que las mujeres ejerzan su derecho a ser madres o no.
Y es que al parecer todo lo que tenga que ver con el mundo de los social y, concretamente con políticas que igualdad al partido popular le provoca alergias o escozores y por eso quieren que desaparezca el Ministerio de Igualdad.
Está claro que no son nada buenos los tiempos que corren, pero no es menos cierto que las políticas de igualdad entre mujeres y hombres son necesarias y que potencian que la mitad de la población que somos las mujeres aportemos nuestro esfuerzo y nuestra creatividad para superar estos tiempos difíciles. Pero para ello se necesitan diseños de acciones positivas que permitan que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres sea una realidad y no sólo una utopía.
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