La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), convocó a los países de la región a apostar más en el Estado como conductor de estrategias para el desarrollo económico y social, a fin de mejorar las condiciones de vida de las mujeres, de las minorías étnicas, de las y los jóvenes, porque son quienes viven en condiciones más desventajosas y menos reguladas.
En el informe titulado "La hora de la Igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir", elaborado por la Cepal para su trigésimo tercer período de sesiones, que se realiza del 30 de mayo al 1 de junio, en Brasilia, las y los expertos del organismo internacional, afirman que la igualdad de derechos brinda el marco normativo y sirve de base a pactos sociales que se traducen en más oportunidades para quienes menos tienen.
Por lo que "un "pacto fiscal que procure una estructura y una carga tributaria con mayor impacto redistributivo, deben ser parte de la agenda de la igualdad, así como la institucionalidad laboral que proteja la seguridad del trabajo".
En el documento de 289 páginas, se indica que el Estado debe contar con políticas públicas que lleven al crecimiento, promuevan la productividad y fomenten una mayor articulación territorial, además de ser capaz de proveer una gestión estratégica a largo plazo en materia de desarrollo nacional.
"Se trata de un Estado de bienestar y no de un Estado subsidiario, que avance hacia una estructura tributaria y un sistema de transferencias que privilegie la solidaridad social".
Precisa que si bien las políticas de ampliación de programas educativos en varios países de la región, han ganado espacio en la agenda pública aún queda mucho camino para que la educación se transforme en pieza fundamental para redistribuir oportunidades para la infancia y responsabilidades de cuidado entre géneros.
"La cobertura preescolar en niñas y niños de tres a cinco años está muy estratificada, y el acceso es proporcional al ingreso de los hogares, por lo que una menor cobertura, afecta a menores de edad de hogares pobres y vulnerables a la pobreza".
El diagnóstico descriptivo de la situación actual y de un conjunto de evidencias históricas recientes sobre los problemas del desarrollo en la región, considera que la mayor cobertura preescolar, así como la extensión de la jornada escolar, permitiría reducir las horas que las mujeres dedican al cuidado de las y los menores de edad, lo que les daría un mayor acceso al mercado laboral y un incremento de ingresos monetarios en los hogares.
Agrega que apoyar hoy la economía del cuidado implica fomentar una mayor participación femenina en el empleo, ampliándose así la base de población productiva, de cara a la transición demográfica.
MÁS Y MEJOR EMPLEO
El texto elaborado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, y otros investigadores, afirma que pese a los avances alcanzados en materia económica y social en los últimos años, América Latina continúa presentando la peor distribución del ingreso del mundo, con niveles importantes de pobreza y una fuerte heterogeneidad productiva, que a su vez deriva en un deterioro del mundo del trabajo y la segmentación de la protección social.
Precisa que parte significativa de la desigualdad de la región se debe a los resultados del mercado de trabajo; la cantidad y calidad del empleo, específicamente los ingresos laborales determinan, en gran parte, el bienestar material de la gran mayoría de los hogares de la región.
En el caso de las mujeres, las desigualdades reflejan, en parte, las relaciones sociales que atribuyen un rol específico a la mujer, centrado en las tareas de reproducción, las brechas en las capacidades laborales, la institucionalidad del mercado de trabajo diseñada según las pautas de hombre proveedor y mecanismos de discriminación.
"Con una nueva ecuación Estado-mercado-sociedad se podrá alcanzar un desarrollo con empleos de calidad, cohesión social y sostenibilidad ambiental", precisa el documento.
En materia Cultural indica que los cambios de las formas de organizar la sociedad, conllevan una responsabilidad amplia, "no se pueden hacer políticas para jóvenes sin pensar en la radicalidad de los cambios culturales que experimenta la juventud.
El componente de género y de cultura es cada vez más transversal a la hora de proponer políticas pro igualdad y reclama un difícil equilibrio entre igualdad de oportunidades y respeto de las diferencias.
La igualdad de derechos que hemos hecho nuestro valor central, constituye la piedra angular de la política, pues le da una vocación universalista que le permite absorber y conciliar estos veloces cambios culturales que vive el mundo.
El documento de la CEPAL plantea un profundo mosaico de políticas de Estado basadas en seis puntos: Una política macroeconómica para un desarrollo inclusivo; convergencia productiva con igualdad; convergencia territorial; más y mejor empleo; el cierre de las brechas sociales; el pacto fiscal como clave en el vínculo entre el Estado y la igualdad.
En el informe titulado "La hora de la Igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir", elaborado por la Cepal para su trigésimo tercer período de sesiones, que se realiza del 30 de mayo al 1 de junio, en Brasilia, las y los expertos del organismo internacional, afirman que la igualdad de derechos brinda el marco normativo y sirve de base a pactos sociales que se traducen en más oportunidades para quienes menos tienen.
Por lo que "un "pacto fiscal que procure una estructura y una carga tributaria con mayor impacto redistributivo, deben ser parte de la agenda de la igualdad, así como la institucionalidad laboral que proteja la seguridad del trabajo".
En el documento de 289 páginas, se indica que el Estado debe contar con políticas públicas que lleven al crecimiento, promuevan la productividad y fomenten una mayor articulación territorial, además de ser capaz de proveer una gestión estratégica a largo plazo en materia de desarrollo nacional.
"Se trata de un Estado de bienestar y no de un Estado subsidiario, que avance hacia una estructura tributaria y un sistema de transferencias que privilegie la solidaridad social".
Precisa que si bien las políticas de ampliación de programas educativos en varios países de la región, han ganado espacio en la agenda pública aún queda mucho camino para que la educación se transforme en pieza fundamental para redistribuir oportunidades para la infancia y responsabilidades de cuidado entre géneros.
"La cobertura preescolar en niñas y niños de tres a cinco años está muy estratificada, y el acceso es proporcional al ingreso de los hogares, por lo que una menor cobertura, afecta a menores de edad de hogares pobres y vulnerables a la pobreza".
El diagnóstico descriptivo de la situación actual y de un conjunto de evidencias históricas recientes sobre los problemas del desarrollo en la región, considera que la mayor cobertura preescolar, así como la extensión de la jornada escolar, permitiría reducir las horas que las mujeres dedican al cuidado de las y los menores de edad, lo que les daría un mayor acceso al mercado laboral y un incremento de ingresos monetarios en los hogares.
Agrega que apoyar hoy la economía del cuidado implica fomentar una mayor participación femenina en el empleo, ampliándose así la base de población productiva, de cara a la transición demográfica.
MÁS Y MEJOR EMPLEO
El texto elaborado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, y otros investigadores, afirma que pese a los avances alcanzados en materia económica y social en los últimos años, América Latina continúa presentando la peor distribución del ingreso del mundo, con niveles importantes de pobreza y una fuerte heterogeneidad productiva, que a su vez deriva en un deterioro del mundo del trabajo y la segmentación de la protección social.
Precisa que parte significativa de la desigualdad de la región se debe a los resultados del mercado de trabajo; la cantidad y calidad del empleo, específicamente los ingresos laborales determinan, en gran parte, el bienestar material de la gran mayoría de los hogares de la región.
En el caso de las mujeres, las desigualdades reflejan, en parte, las relaciones sociales que atribuyen un rol específico a la mujer, centrado en las tareas de reproducción, las brechas en las capacidades laborales, la institucionalidad del mercado de trabajo diseñada según las pautas de hombre proveedor y mecanismos de discriminación.
"Con una nueva ecuación Estado-mercado-sociedad se podrá alcanzar un desarrollo con empleos de calidad, cohesión social y sostenibilidad ambiental", precisa el documento.
En materia Cultural indica que los cambios de las formas de organizar la sociedad, conllevan una responsabilidad amplia, "no se pueden hacer políticas para jóvenes sin pensar en la radicalidad de los cambios culturales que experimenta la juventud.
El componente de género y de cultura es cada vez más transversal a la hora de proponer políticas pro igualdad y reclama un difícil equilibrio entre igualdad de oportunidades y respeto de las diferencias.
La igualdad de derechos que hemos hecho nuestro valor central, constituye la piedra angular de la política, pues le da una vocación universalista que le permite absorber y conciliar estos veloces cambios culturales que vive el mundo.
El documento de la CEPAL plantea un profundo mosaico de políticas de Estado basadas en seis puntos: Una política macroeconómica para un desarrollo inclusivo; convergencia productiva con igualdad; convergencia territorial; más y mejor empleo; el cierre de las brechas sociales; el pacto fiscal como clave en el vínculo entre el Estado y la igualdad.
Por Gladis Torres Ruiz
Fuente: Cimac
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